Es sin duda algo curioso las formas en las que la religiosidad se dan hoy en día. En un país con un contexto predominantemente católico podemos encontrar gran cantidad de gente que se sale un poco de la ortodoxia cristiana y se apega a nuevos santos, nuevos cultos, nuevas soluciones que surgen ante la necesidad de rituales que le den sentido a la vida que llevamos en este planeta, que le den orden al caos y las cosas que no nos podemos explicar.
El ser ya no multicultural, sino multiespiritual®, es una característica que no simplemente encontramos en las señoras emperifolladas de las Lomas que tienen acceso a doctrinas y filosofías como el budismo o prácticas como el Tai chi, la yoga o la meditación; es un factor que se está repitiendo en niños, jóvenes, adolescentes y adultos. Términos como mantra, tantra, mudra, koan, Haiku, karma, entre otros, se han logrado colar en el lenguaje de las clases medias y altas, mientras que las clases populares se conforman con seguirle rezando a un nuevo santo, ir con un curandero o crear nuevas deidades como la ya famosa y vulgarizada Santa Muerte, la cual todo investigador social, comunicólogo, antropólogo o sociólogo que quiera estar Inn debe de estudiar (esto último lo señalo por el extenso boom que ha tenido el fenómeno y por la cantidad de gente que se hace pasar por amplia conocedora del tema).
Doctrinas esotéricas como la qabalah, la astrología o el tarot se imparten en las universidades (tal como en la época renacentista) a manera de talleres que complementan el desarrollo espiritual de los jóvenes, adultos y ancianos que deseen acercarse a estos conocimientos.
La situación podría parecer realmente nueva y sin precedentes. Hace poco me comentaba una alumna, quien tenía una progenitora que practicaba Reiki, que ésta terapia estaba comprobada científicamente y quedó de hacerme llegar un artículo (el cual hasta estos días no ha llegado a mis manos), donde los científicos avalaban la autenticidad del asunto. Es curioso ver como la ciencia también es usada y se ha convertido en una religión donde todo aquello que esté comprobado científicamente es "verdadero" (como si no supieran lo que ya Heisenberg hizo hace algunos setenta años). Adoramos aún a la diosa razón, todo debe tener una lógica, todo puede ser explicado a partir de una gama coherente de conexiones hasta tratar de llegar al punto de querer encontrar la historia en el mito y el mito en la historia.
Los medios de comunicación se encargan de hacernos llegar imágenes de una mujer o una pareja practicando yoga junto a a una hermosa playa dando la sensación de que mientras uno practique lo que se le pone frente al televisor logrará llegar más pronto a ser una persona saludable, juvenil y con buena figura. La obsesión por la juventud se ha convertido en culto: productos para ejercitar el cuerpo, para adelgazar, para quitar arrugas, colegialas calientes que se ofrecen para telefornicar® con cualquier ente calenturiento que no sabe en que otras cosas gastar su dinero.
La nueva era trajo consigo un cúmulo de ideas reveladoras y revitalizantes para la espiritualidad cristiana que se encuentra en una crisis de significantes simbólicos y rituales. Sería pues necesario estar al pendiente de las cosas en las que estamos creyendo y sobre los líderes espirituales que estamos siguiendo, pues muchas veces se presta la situación a abusos, lavadas de coco, fraudes y en otros casos desenlaza en consecuencias violentas.
La pregunta es: ¿estamos preparados para comprender otros tipos de espiritualidades con esta visión del bien y el mal que contiene valores y categorías morales totalmente cristianas?
Vamos, el yin yang NO ES EL BIEN Y EL MAL ¿OK?, es otra cosa totalmente distinta que entendemos y explicamos a partir de nuestras vivencias cristianas en un mundo hecho por cristianos y para cristianos. Lo mejor de este caos es que estos cristianos ya no quieren serlo y los que quieren serlo están buscando otros caminos que al parecer conducen hacia oriente.
Reflexión:
Joven, Marchante, Sr, Sra, por favor, los invito a ilustrarse un poco más en las espiritualidades que revisan y practican, no se queden ahí no'más con lo que leyeron en un libro de Deepak Chopra, Connie Méndez, Og Mandino o peor aún, Estaban Mayo o Walter Mercado. Hay múltiples caminos para darle sentido a su vida, no compre el más barato, recuerde que es su alma la que está en juego (digo, si cree en el alma pue').
No se te olvide pasar a la encuesta del odio, ya viene la segunda terna. No te la pierdas!!!
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Útima actualización 6/10/05
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3 comentarios:
Sin duda muy exactas sus palabras... la religion actualmente no es mas que un producto de mercado bien estudiado y dirigido a "esos" sectores espirirutalmente vulnerables.
yo por eso creo en la diosita del parkeadero, de las niñas bonitas, de los examenes, de los junkies guapos, de los mejores amigos... jaja.
y en dios Adolfiutz que me violenta a su antojo, pero un pacto sadomasoquista no me ha permitido abandonarlo jaja.
ahh y por cierto la diversión esta en todos lados, por eso no la pedí en mi lista de cumpleaños.
un beso tronado y religioso en su mejilla :P
Yo creo varias cosas:
1. Me debería dejar publicar esto en la página que le conté.
2. Debería usté leer un texto de nombre "multiculturalidad a la venta" que publiqué en www.trespuntocero.net.
3. Yo tengo mi religiosidad bien definida. Yo creo en Rigo Tovar (porque él sí es amor).
No hay mejor Dios que aquel en el que de verdad creas, todo lo demas es puro fanatismo. Lo peor que puedes hacer con tu vida es dejar la solucion de tus problemas personales a fuerzas sobrenaturales que, muuyy probablemente no existan. Aun asi, no le quito merito a las personas que de verdad practican su fe, y esta fe los hace enfrentar este mundo cruel y loco.
Es todo lo que puedo decir al respecto ...
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