15 oct 2005

Contaminación visual


El otro día que estaba camino a mi casa y me puse a contar los graffittis que hay sobre Tlalpan desde periférico hasta Tasqueña. La verdad perdí la cuenta, suman miles entre dibujos (ni uno sólo bien dibujado más que el que aparece en el puente de periférico y Talalpan) y Taggs, lo que me llevó a la reflexión sobre que un país, una ciudad, un lugar en el que abunda la corrupción no puede simplemente tener una apariencia bonita, sino tambien corresponder bajo la máxima esotérica de Como es afuera es adentro, como es adentro es afuera.
Nuestra ciudad se ve espantosa llena de tanta cosa que ni se entiende. Al menos fueran pintas de protesta o un buen dibujo que sirviera como diálogo social o respuesta a la publicidad que también invade, algunas veces para bie y otras para mal, nuestro panorama. Estamos contaminados visualmente, la ciudad se ve sucia, corrupta.
Es horrible subirte al metro o al micro y encontrate que no puedes ver por la ventana porque un maniaco egocéntrico se le ocurrió poner su espantosa firma en el cristal.
Nosotros estamos pagando para que esto se limpie, se pula, se borre, no nada más con nuestros impuestos, sino también moral y psicológicamente.
Esta contaminación visual responde a la suciedad de nuestros gobernantes, de nuestras autoridades, de nosotros mismos.
La página del Instituto mexicano de la juventud publica ésto en una introducción sobre identidades juveniles:
GRAFFITTI“El graffitti clandestino es el que me gusta más casi no hago piezas, sólo plasmo mi tag, soy el Crew DEK, del oriente de la ciudad, somos un chingo, antes éramos menos, perofeuron llegando más. Tengo más de un año pintando y aún no me apaña la tira, soy más cabrón que ellos".


TAGGERS Esta identidad juvenil nace a principios de los 90’s en Nueva York y se extiende rápidamente hacia todo el mundo. A México llega a mediados de los 90's, sobre todo en jóvenes de 12 a 25 años que gustan del graffitti, visten con ropa holgada y deportiva, calzado deportivo y gorras, usan perforaciones en el cuerpo, sobre todo en el rostro, cadenas para sujetar sus carteras, la mayoría gusta de andar en patineta.
Su principal característica es que plasman con aerosol su firma o tag, (siempre un seudónimo y en algunas ocasiones mensajes a favor de la ecología, y contra la represión y la violencia. Estos chavos forman grupos llamados CREWS, en los cuales se organizan para salir a grafitear la ciudad con el nombre de su agrupación, las salidas son clandestinas y siempre se cuidan unos a otros para que no los agarre la policía, ya que gustan de rayar en lugares prohibidos. No sólo usan aerosoles para dejar sus marcas, también utilizan piedras de esmeril para poder plasmar sus firmas en cristales, a veces también hacen uso de marcadores para pintar en transportes públicos o bardas de oficinas de gobierno. Es decir para los taggers, cualquier espacio en blanco es una invitación para grafitear.La música que escuchan es variada, va desde los ritmos como el hip-hop, el ska, el hard core o el power metal.Son la nueva generación de jóvenes mexicanos que viven con el desencanto cotidiano de ciudades como el Distrito Federal, Estado de México, Guadalajara, Sinaloa, Monterrey, Querétaro, por mencionar algunos.


CONCLUSION“Lo único que pido como chavo es que respeten mi forma de vestir, hablar, actuar. La sociedad tiene que entender que cada uno de nosotros es diferente. Si todos agarramos la onda, se acabarían muchos pedos".
¿Tu que piensas al respecto?

2 comentarios:

dehg dijo...

El grafitti es una de las tantas cosas que se justifican diciendo que son una manifestación de la cultura actual; deberiamos comprobar cual es esa cultura actual; si es un movimiento cultural, ¿que promueve? ¿que ha debatido? Para mi, sigue siendo unos rayones sin sentido en la pared.

Calígrafo Daniel Lara Pozos dijo...

Opino lo mismo, muchos de los que pintan paredes son wanabes, y son muy contados aquellos chavos que realmente hacen grafitti con propuesta. Creo que muchos de ellos lo que buscan es salir del anonimato en el que se encuentran en esta sociedad. Como me dijo un amigo, salir del anonimato es un trabajo muy arduo.