Estas dos últimas semanas han resultado exhaustivas (si soy un bebe llorón), cosa por la que me he desconectado ya un rato (de los blogs, de las noticias, de los amigos). Entrega de trabajos finales en la maestría, calificar trabajos de las materias que doy, entrevistas a alumnos, aplicación y sistematización de cuestionarios, lecturas de libros completos de un día para otro y unos cuantos rollos más que me he tenido que chutar porque también diciembre es ideal así como para que se te junte la chamba, vamos, ni tiempo me ha dado de tomar fotos (cosa que se me ha convertido en un buen hábito), que aunque la verdad estudié hace algunos añitos en la facultad, creo que no se me pegó naditita en lo absoluto. Para colmo mi novia me dice que haciendo un análisis de contenido de mi blog, la palabra odio es una de las que más figura... ahh que bello!!, mi blog del odio... quizás lo considere para una próxima terna. Bueno, por mi parte creo que es un espacio para canalizar toda la malaondez que junta uno por interactuar en estos sitios urbanos.
Sin embargo estoy pensando en estas próximas vacaciones darme una escapadita por allá por las paradisíacas playas de Oaxaca un rato para dejar todo este ajetreado año atrás (y pensar que los tres que vienen están más rudos).
Todo este relajo de los trabajos de diciembre cerró con el concierto de Pearl Jam el viernes pasado (excelente, excelente) donde el grupo después de casi dos años de ausencia ha demostrado que sigue teniendo la chispa de hace quince. Un buen detalle fue que abrieron lugares a última hora (como hace dos años) para que la gente que no tenía boleto comprara. Imagínense, los revendedores estaban como LOCOS. Estaban ofreciendo las entradas casi a la mitad de su valor y uno que otro estaba que lo regalaba. Sin duda estos chicos no sólo han madurado musicalmente sino que también han perfeccionado ampliamente sus técnicas a la hora de la ejecución y eso se nota en los solos de Gossard. El haber dado tantos conciertos alrededor del mundo los ha hecho grandes en esas cuestiones de manejar a las masas como lo demostraron, la energía del concierto no bajó en ningún momento y tocaron puros de sus éxitos ya consolidados, todos en gran parte de sus cuatro primeros discos. Su espectáculo de luces aumentó de calidad y nuestro público mexicano ha demostrado ser de los más enérgicos y con una muy buena cultura para los conciertos. Pearl Jam es una de las pruebas vivientes para mi de que si uno hace lo que le gusta, y bien, la misma vida te encausa en un buen camino.
Bueno para cerrar sólo les recuerdo que en estas fechas regalen afecto, no lo compren (aunque para algunos represente andar jodido en diciembre), digo, sino pues pueden elaborarse unas muy buenas compilaciones musicales y regalar discos grabados en estas bonitas fechas o elaboren algún bonito souvenir con sus lindas manos. Recobremos el sentido ritual de estos días -el ser humano es ritualista por naturaleza- y no lo convirtamos por favor (por favor!!) en una navidad llena de glamour, hipocresía e intercambios de regalos reciclados. Aplico las palabras de un sabio maestro mío: "Un abrazo se siente bien, más de doce hacen feliz a cualquiera".
Muchos abrazos (sobre todo a las Lupitas) y si tienen una posada pos inviten, ¿no?
Por cierto, tres hurras al agua por ser mi mejor compañera, ya llegué de nuevo a los 76 kilos...!!!
3 comentarios:
Pues yo me encargaré de que subas de kilos, a ver si nos vemos para chelear y platicar sobre nuestro pendiente batiabuelesco que tenemos. Y pues no se me estrece que como dicen es el último jalón del año. Nos vemos mi estimadisimo TF
mmm ya nos estabas preocupando gordito jajajaja... ah y lo de las compilaciones musicales es un regalo que ya andaba preparando. Con decirte que acá en la chamba en el intercambio pidieron puros certificados de regalo... saludos y salud
o mejor dicho: diciembre de mocos... y flemas... y estornudos contagiantes.
ah y afecto? que es eso o que? donde lo venden?
jajaj
felicidades por los kilos menos.
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