Experimento con sincronicidad

La verdad es que yo siempre he sido un poco dudoso de si los resultados científicos nos puedan llevar a encontrar la verdad o si es que en la ciencia y el pensamiento racional se encuentren las soluciones que la humanidad está buscando. Lo cierto es que la ciencia, al menos en la última parte del siglo XX y principios del XXI, se ha abocado a crear terribles experimentos con seres humanos, medio ambiente, animales, genéticos y armas de destrucción masiva; que si bien pues, no me espanta el desarrollo científico considero que está muy mal encaminado. Creo que si los científicos tuvieran el suficiente potencial (y los recursos necesarios aportados por cada país), no estuviéramos sufriendo estas crisis ambientales y el uso de otros tipos de energías renovables se ampliaría ya de forma más perceptible. Desde luego que del petróleo y sus beneficios pocos estamos dispuestos a renunciar de sus efímeras virtudes, sin embargo es un hecho que cosas como el uso de energía solar aumenta más en los países en vía de desarrollo (no me acuerdo quien decía por ahí, "hay que hacer sustentable el desarrollo sustentable"). Deberíamos invertir más en cisncia buena que nos haga crecer en conciencia social y como seres humanos, no en ver cómo se saca más dinero y cómo se destruye con mejor eficacia.

Cierto es que la ciencia también debería contemplar un poco más los sucesos que considera inexplicables y adentrarse en ellos, digo, ya estamos hartos de Carlos Trejo haciéndose llamar investigador... por favor alguien haga algo ya en serio!!!.

Pero bien todo este discurso apocalíptico viene en parte para sacar a la luz un interesante experimento que no tiene que tiene que ver más con la forma en la que nosotros percibimos nuestra realidad: La sincronicidad.

y Sincronicidad es un concepto acuñado por Carl G. Jung, quien - retomando en gran parte la concepción espacio-temporal renacentista-, acuña el término basado en las coincidencias significativas. Esto es, se da cuenta de sucesos en donde las circunstancias y el pensamiento coinciden como si hubieran sido mandadas a hacer. Tomemos por ejemplo que un día estamos pensando en hablarle por teléfono a un amigo, cuando de repente el teléfono suena y recibimos una llamada de tal persona... ¿verdad que ya te ha pasado?... o aquel en donde en el momento de una muerte los perros de la cuadra empiezan a aullar simultáneamente... o el clásico donde JungFreud mantienen una discusión sobre el tema. Cuando Jung sobre la plática manifiesta haberse sentido quebrantado, un estante se quiebra y Freud queda consternado cuando el evento se repite.

Quizás podamos llamarlas coincidencias, pero lo cierto es que el pensamiento en este tipo de sucesos tiene un papel relevante pues, como lo muestran los estudios de física cuántica, los resultados que se obtengan de un experimento científico siempre van a variar del tipo de experimento y, lléndonos hasta sus últimas consecuencias, de la pregunta que el investigador se haga.

Actualmente existen varios experimentos en red que trabajan con este tipo de teorías como los de Rupert Sheldrake y los campos morfogenéticos. Actualmente la sincronicidad se está trabajando también y la red Internet está sirviendo para unificar resultados científicos que nos puedan llevar a extraer conclusiones interesantes. Uno de ellos es la página de Rogelio Douton, quien el 23 de septiembre de este año ha comenzado a trabajar con el tema. El experimento se puede ejecutar en:

http://www.rogebcn.es/index.htm

Donde se pueden pedir informes y empaparse un poco más sobre el tema asimismo está el blog en
http://rogebcn.blogspot.com/

Y si quieren acercarse más al tema les recomiendo:

Peat, David, Sincronicidad, Ed Kairós, Barcelona 1992
Jung, Carl Gustav, La interpretación de la naturaleza y la psique, Paidós, España, 2003
Arntz, William, Et al, ¿¡Y tú qué sabes!?, Ed Kier, Argentina 2006
Peat, F.D. & Bohm, David, Ciencia, Orden y creatividad, Ed. Kairós, Barcelona, 1998

Y si de plano no das una:

Chora, Deepak, Sincrodestino, Ed Alamah, México 2004